4.8 DRENAJE PROFUNDO

El objetivo del drenaje profundo es controlar la posición del nivel freático respecto del plano de la explanada (ver apartado 4.3.2).

En el caso de que haya una capa freática de una extensión considerable, como ocurre en algunos terrenos llanos e inundables, la mejor solución es la elevación de la rasante de manera que se respete la distancia mínima entre el más alto nivel previsible de dicha capa y el plano de la explanada (tabla 4.4), pues en estos casos, las soluciones que se describen a continuación para zonas más localizadas suelen presentar la dificultad de no disponer de un punto suficientemente bajo para desaguar a él.

En zonas llanas de extensión más reducida y que dispongan de un desagüe independiente a una distancia corta se puede rebajar el nivel freático bajo la carretera por medio de zanjas drenantes longitudinales, paralelas a la carretera y de suficiente profundidad. Estas zanjas drenantes deben tener un dren en su parte inferior, estar rellenas de un material filtrante en correspondencia con el caudal a desaguar de la capa freatica, e ir selladas en su parte superior para evitar la contaminación de dicho material por la infiltración de la escorrentía (ver figura 6).

Figura 6. Drenes longitudinales en secciones en desmonte para rebajar el nivel freático

 

En las carreteras con calzadas de más de tres carriles o con calzadas separadas, a fin de controlar el rebajamiento del nivel freático junto a la mediana, se dispondrá bajo ésta una zanja drenante adicional (ver figura 7).

Figura 7. Drenes longitudinales para rebajar el nivel freático en carreteras de calzada doble

 

En las laderas en las que haya un nivel freático que quede interceptado por las explanaciones de una carretera de manera que su distancia al plano de la explanada sea inferior a la mínima exigida, es conveniente disponer una sola zanja drenante para interceptar la capa freática (ver figura 8).

Figura 8. Dren longitudinal en secciones a media ladera para rebajar el nivel freático

En todo caso, el dren de la zanja drenante debe tener un diámetro y una pendiente suficientes, y estar provisto de unas arquetas de registro que permitan comprobar su funcionamiento, situadas a intervalos no superiores a 50 m.

El proyecto debe contemplar y definir la ubicación y diseño de conducciones accesorias (postes SOS, telecomunicaciones, etc) con objeto de impedir que actúen como drenes o colectores de agua.

En las zonas de paso de un desmonte a un relleno, en las cercanías de los puntos bajos de la rasante, y en las carreteras de pendiente superior al 5 %, se recomienda disponer bajo el plano de explanada unas zanjas drenantes transversales de poca profundidad, generalmente a 45° del eje de la carretera y a intervalos de 15 a 30 m, más juntas cuanto mayor sea la pendiente de la rasante: las cuales pueden desaguar a las zanjas drenantes longitudinales (si las hay) por medio de una arqueta, o tener un desagüe independiente al talud del relleno (ver figura 9).

Figura 9. Disposición de drenes de intercepción longitudinales y transversales

 

Tanto las zanjas drenantes longitudinales como, sobre todo, las transversales pueden recoger el désagüe de las capas drenantes situadas bajo el firme (ver figura 10), si están dispuestas para ello.

Figura 10. Sección transversal de capa drenante por eje de dren transversal