"El aire de los valles y montañas, / de los llanos feraces y
desérticos / es aire para plantas y animales. // Es un aire delgado, empobrecido, / que
no ha evolucionado. El apropiado / para rudimentarias fauna y flora. // No es, en verdad,
el aire para el hombre / con siglos de progreso a sus espaldas. / El hombre escoge,
modifica y crea. / Su ciudadana atmósfera es la idónea. // El aire de ciudad es aire
fuerte, / consistente, riquísimo en materias / que ha adecuado a su entorno y hecho
propias. // Aire civilizado. Respirable / con orgullo y placer. Es obra suya, /
arreglado por él y a él adaptado." (Avinguda del Paral·lel 4 del libro Ciudad
del hombre: Barcelona, del genial FONOLLOSA) |