http://www.bcn.es/museuciencies_fitxers/imatges/FitxerContingut1201.pdf
Los ensayos y las normas
La repetibilidad y la reproducibilidad de los ensayos.
Por muy bien que se realice un ensayo, son los misterios de la vida, repartan una receta y los mismos ingredientes, y habrá a quien le salga la más maravillos paella y a otros algo dificilmente digerible...es la maravilla de la vida...
El artículo 542 del PG-3 dedicado a las mezclas bituminosas convencionales ha fijado toda la vida (hasta la aprobación de la orden circular 24/2008) la obligación de comprobar la adhesividad de la mezcla mediante el ensayo de inmersión-compresión, así en el texto de dicho artículo aprobado por ORDEN FOM/891/2004 se decía: "En cualquier circunstancia se comprobará la adhesividad árido-ligante mediante la caracterización de la acción del agua. Para ello, en mezclas densas, semidensas, gruesas y de alto módulo, la pérdida de resistencia en el ensayo de inmersión-compresión, según la NLT-162, no rebasará el veinticinco por ciento (25%) ; ... "
En la citada NLT-162 se especifica el ensayo que basicamente consiste en preparar diez probetas idénticas, cinco de ellas se conservan al aire (probetas no sumergidas) y las otras cinco se introducen en agua (probetas sumergidas), al cabo de un determinado tiempo se determina la resistencia a compresión simple de las diez probetas. Se asigna como resistencia a compresión simple de las probetas no sumergidas la media de las cinco resistencias a compresión simple obtenidas para cada una de las probetas de dicho grupo, igualmente se procede para obtener la resistencia a compresión simple de las probetas sumergidas.
Nosotros hace muchos años, durante algo menos de venticuatro meses, nos dedicamos a realizar labores de asistencia técnica a la dirección de obra (sin mucho éxito todo hay que decirlo, pero le cogimos afición a eso de los ensayos, su repetibilidad y su reproducibilidad (realmente sorprendente en muchos casos)). Cierto día en cierta obra realizamos el ensayo de inmersión-compresión obteniendo una perdida de resistencia del 37 % (cuando como hemos visto la máxima perdida admisible por el PG-3 era el 25 %), en fin, eso a nuestras cortas luces nos pareció totalmente inaceptable. Sin duda se debia parar la extensión de las mezclas y proceder a la realización de nuevos ensayos. Los resultados de dichos ensayos de contraste fueron que a nosotros nos mejoró algo la resistencia, la perdida ahora nos salía del 33 %; y al Contratista (mejor dicho a un laboratorio perfectamente acreditado y de "reconocido prestigio" al que le encargó los trabajos), como no, le salia inferior al 25 % (el 24 % más concretamente).
Nosotros que habiamos realizado los ensayos siguiendo escrupulosamente el procedimiento establecido en la NLT-162 dudamos, Dios nos perdone, de los aportados por el Contratista, y pensamos y dijimos (cual "toribios") cosas de las que nos arrepentimos cuando leimos en la referida norma (y es que conviene siempre leer hasta el final) en el apartado "Precisión" que en cuanto a la "Repetibilidad. La desviación típica para un solo operador es del 6 %. Por tanto, los resultados de dos ensayos realizados por el mismo operador y con el mismo material no diferirán en más del 17%" y en cuanto a la "Reproducibilidad" que "la desviación típica para varios laboratorios es del 18 %. Por tanto, los resultados de dos ensayos realizados por dos laboratorios diferentes sobre el mismo material no diferirán en más del 51%".
Es decir perdidas del 24 % y 33 % en laboratorios diferentes con un mismo material eran perfectamente posibles dada la "precisión" del correspondiente ensayo.