(8-1-06)
La siguiente es una historia entretenida en la que queda bien a las claras el cachondeo que es este precioso país y la absoluta desvergüenza de algunos.
La principal dificultad de enterrar la M-30 en el tramo que discurre junto al río viene dada por la necesidad de mantener el tráfico durante las obras y por la imposibilidad de evitar que los imprescindibles desvíos afecten al cauce. Al producirse dicha afección la Confederación Hidrográfica del Tajo debe autorizar las obras.
Hay que reconocer que en los proyectos realizados por el Ayuntamiento de Madrid se tuvo un especial cuidado en que las soluciones proyectadas afectaran lo menos posible a los conductores y al río, aun a costa de incrementar muy, pero que muy importantemente el presupuesto de dichas actuaciones.
Así se puede leer en la Memoria de dichos Proyectos que:
"En la concepción general de la obra ha estado presente el mantenimiento del tráfico de la M-30 dada la importancia que ésta tiene en la fluidez general del mismo en todo la ciudad. Como solución global se concibe construir un viario alternativo provisional en cada una de las calzadas a todo lo largo del tramo, ya que el trazado de la nueva M-30 coincide en planta con la existente. Los condicionantes más significativos son:
- Mantener la capacidad de la carretera, lo que lleva a disponer un mínimo de tres carriles por sentido en todo el tramo.
- Garantizar la capacidad hidráulica en aquellos tramos en los que sea preciso ocupar el cauce.
- Permitir afrontar la ejecución de las obras simultáneamente en la calzada interior y exterior"
En las zonas donde es preciso ocupar el cauce "se ha previsto una estructura provisional con una sección para seis carriles, tres por sentido y arcenes (...) apoyada sobre pilas pilotes. La rasante discurre por encima de los cajeros del río, de forma que la incidencia durante su servicio, en la capacidad hidráulica del cauce, es mínima, pues ésta se reduce a las (...) pilas de apoyo"
"La solución planteada se basa en que los desvíos sean en lo posible fijos durante la ejecución de las obras, tratando de disminuir las zonas en que los itinerarios sean alternativos según las fases".
Por tanto la solución prevista en los proyectos para los desvíos que afectaban al cauce era la construcción de unas estructuras provisionales sobre éste por encima de los cajeros que permitieran la circulación provisional durante la ejecución de las obras. La ejecución de dichas estructuras llevaba consigo la necesidad de construir unas plataformas provisionales en el cauce para realizar las pilas pilote proyectadas.
En los siguientes croquis se muestra las plantas de algunos de los desvíos proyectados y las estructuras sobre el cauce del Manzanares previstas:
Al final las estructuras sobre el cauce han volado y se ha optado por otra solución mucho más rápida, económica y curiosa: terraplenar el Manzanares.
No dudamos que existirán estudios de destacados miembros de nuestra querida Universidad Politécnica de Madrid en los que se demostrará los múltiples efectos beneficiosos que para la flora, la fauna y las aguas (y por supuesto, la seguridad vial) tiene el terraplenado del cauce.
Para la realización de las obras junto al río se había previsto un plazo de 36 meses. En enero de 2005 una vez autorizadas las obras por la Confederación Hidrográfica del Tajo se redujo el plazo en un año pues esta era la única forma de que las obras estuvieran inauguradas con anterioridad a las próximas elecciones (curiosa "neoingenieria" que antepone el cuando a todo).
En el Diario ABC del 21-1-05 se publica un artículo titulado "GALLARDON ACORTA EN UN AÑO LAS OBRAS PARA ENTERRAR LA M-30, QUE EMPEZARAN EN ABRIL" que dice:
"El enterramiento de seis kilómetros de M-30 a la altura del río Manzanares, la "obra más importante que se va a hacer en Madrid en generaciones1" - como la definió el alcalde Alberto Ruiz Gallardón- comenzará en abril, costará 1.355 millones de euros y durará doce meses menos de lo previsto inicialmente. ¿Como? Simultaneando las obras que hasta ahora pensaban hacerse en distintos tiempos. El alcalde asegura que no tiene prisa por acabar, ni por cumplir -de paso- su promesa electoral de ejecutar la obra en este mandato: a su juicio, lo que importa es terminar bien un proyecto que transformará la ciudad (...) Lo más sorprendente es cómo ha conseguido reducir el plazo de ejecución nada menos que un año, un año menos de obras que seguramente los madrileños le agradecerán2, pero que cuesta entender. Y él lo explica así: hay trabajos que iban a hacerse por separado y ahora se harán simultáneamente (...)".
1. Indudablemente, en Madrid durante generaciones no va a haber dinero para hacer una obra.
2. Si los madrileños supieran los desvíos que se habían previsto en los proyectos y los que se están realizando a lo mejor no se lo agradecían tanto.
En el diario EL MUNDO del mismo día en un artículo titulado "GALLARDON SE LA JUEGA CON LA M-30" se dice:
"El Ayuntamiento reduce en 12 meses el plazo de ejecución del tramo subterráneo junto al Manzanares para inaugurarlo antes de las elecciones municipales. (...) El alcalde y el responsable de la obra, Manuel Melis, coinciden en explicar este súbito acortamiento de los plazos. Antes cada tramo se iba a atacar poco a poco. Ahora, todo se hará a la vez. Ningún problema técnico, ningún problema de seguridad. No hay que hacer, dicen, lecturas intencionadas de este cambio (...)."
Bastaba sentarse a esperar. En el Diario EL MUNDO de 1-4-02 en un artículo titulado "NO SABEN POR DONDE DESVIAR EL TRÁFICO" se dice:
"La reforma del tramo de la M-30 que transcurre junto al Manzanares debe afrontar otro problema: el tiempo. El alcalde Ruiz-Gallardón, se comprometió a concluirla en 24 meses. Sin embargo, las soluciones planteadas originalmente para llevar sobre el río el tráfico del trazado actual no permite cumplir los plazos3, por lo que se estudian soluciones alternativas. Las tesis (sic) incluidas en los proyectos adjudicados ayer plantean instalar plataformas portátiles sobre el río, dirigir la circulación hacia ellas y liberar el trazado actual para proceder a la construcción de los seis kilómetros de túnel que liberarán la superficie del asfalto. Este proceso llevaría un año, indicaron ayer fuentes de Urbanismo, por lo que se están estudiando alternativas que no impliquen un retraso de toda la obra. ¿Cuales? Dicen que existen huecos junto a los viales actuales susceptibles de servir de desvíos. Tampoco se descartan definitivamente las plataformas, "pero lo tendrán que estudiar los contratistas", señalaron las mismas fuentes".
3. ¿Cómo era aquello de: "ningún problema técnico, ningún problema de seguridad. No hay que hacer, dicen, lecturas intencionadas de este cambio?"...
Y los contratistas lo estudiaron... , y como cualquiera se puede imaginar propusieron terraplenar el Manzanares (lo inaudito es que se lo autorizara la Confederación).
Es la modificación soñada por todos los que alguna vez hemos sido jefes de obra, ahorrate miles de millones en estructura y en su lugar haz unos terraplencitos ya que según se dice en el diario EL PAIS de 25-9-05 desde la Confederación Hidrográfica del Tajo se dijo "podéis construir la calzada en el cauce, pero no a la misma altura que la otra, sino a una cota más baja, Así, si viene la avenida, se la llevará por delante, pasará por encima y todos tranquilos" (sin M-30 pero todos tranquilos...).
El Ayuntamiento de Madrid redacta unos proyectos con unas soluciones para los desvíos provisionales que cuestan miles de millones de pesetas pero que deben creer necesarias para perjudicar lo menos posible al río y a los usuarios de la M-30. El plazo previsto de las obras es de 36 meses.
Debido a la imposibilidad de inaugurar las obras antes de las próximas elecciones (lo que es el objetivo numero uno de las obras) se reduce el plazo de éstas a 24 meses (manteniendo las estructuras sobre el río) y se adjudican.
Para conseguir inaugurar antes de las elecciones se sustituyen las estructuras cuyo coste de miles de millones se encontraba justificado unos meses antes por unos terraplenes sobre el Manzanares (en eso consiste la "neoingenieria" ayer se justifica la idoneidad de las estructuras sobre el cauce, hoy la conveniencia de terraplenar el Manzanares y mañana... lo que quiera el político de turno).
En fin, menudas tajadas: la que se llevan los Contratistas (las obras no se rigen por la legislación de contratos por lo que nos encantaría conocer la modificación del contrato realizada) y la que debían tener en la Confederación Hidrográfica del Tajo el día que autorizaron el tantas veces mencionado terraplenado (eso, pensando bien).
El 16 de septiembre de 2004 se publica en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid un anuncio de la CONFEDERACION HIDROGRAFICA DEL TAJO por el que se pone en conocimiento del mundo la apertura de un periodo de cuarenta y cinco días naturales de información publica para que puedan los particulares e interesados presentar en la Comisaría de Aguas de la referida Confederación las reclamaciones que consideren pertinentes contra la solicitud de autorización de obras en la M-30 que afectan al cauce del río Manzanares (autorización solicitada por el Ayuntamiento de Madrid).
Dichas reclamaciones debían versar (claro está) únicamente sobre las afecciones al dominio público hidráulico y demás cuestiones relacionadas con la Legislación de Aguas, de cuyo cumplimiento se ocupa (que no preocupa como veremos después) la CONFEDERACION HIDROGRÁFICA DEL TAJO.
El 23 de diciembre de 2004 la CONFEDERACION HIDROGRAFICA DEL TAJO autorizó las obras de soterramiento de la M-30 en el tramo del río con una serie de condiciones que debían cumplir los proyectos de construcción, entre las que destacamos las siguientes:
Referentes a la capacidad de desagüe. "Cualquier modificación en la programación de las obras y en el plan de trabajo que afecte al dominio público hidráulico y en lo que se refiere a la ocupación de los terrenos de dominio público necesarios para ejecutar las actuaciones provisionales descritas en la documentación que obra en el expediente deberá ser previamente autorizada por el Organismo de Cuenca (La Confederación Hidrográfica del Tajo). En este sentido, las actuaciones deberán cumplir los siguientes condicionantes:
- (...)
- La influencia sobre el funcionamiento del cauce, de las obras en dominio público hidráulico que se autorizan debe reducirse al mínimo posible.
- (...)
- La ocupación del río mediante penínsulas y plataformas de trabajo deberá realizarse con materiales que puedan ser arrastrados por las aguas en caso de presentarse avenidas en el río Manzanares y en épocas de estiaje cuando por el río circulan las avenidas de menor caudal.
- (...)
- La provisionalidad de las mismas será por el mínimo tiempo que sea preciso para la ejecución de las obras. Antes de finalizar el plazo se demolerán las obras provisionales y se restituirá el cauce, haciendo desaparecer cualquier resto de las obras que supongan obstáculo al paso de las aguas".
Que posteriormente la Confederación Hidrográfica del Tajo haya autorizado el terraplenado del Manzanares es algo tan alucinante como el Desinforme del Consejo de Estado.
- 1. Se le había presentado un proyecto en todo cuidadoso con el dominio público hidráulico.
- 2. Lo sometió a información pública.
- 3. Autorizó las obras imponiendo condiciones entre las que figura el que "la influencia sobre el funcionamiento del cauce de las obras en dominio público hidráulico que se autorizan debe reducirse al mínimo posible".
- 4. Posteriormente autoriza una modificación del procedimiento constructivo que perjudica importantemente al dominio público hidráulico (único aspecto de las obras de la M-30 por el que debe velar la Confederación) respecto a la solución anteriormente autorizada. (agradeceríamos infinitamente el que alguien nos pudiera hacer llegar esa autorización pues estamos interesadísimos en la motivación dada para aceptar el cambio (no figura en la página web de la CHT al contrario que el resto del expediente)).
Hay veces que si pusiéramos lo que pensamos...