3. PRINCIPIOS GENERALES
Toda plantación ha de
ser motivada tanto en su calidad como en su disposición, y la solución que se adopte
deberá ajustarse, en cuanto sea compatible, a los principios generales que a
continuación se relacionan.
3.1. Seguridad del tráfico
La disposición y
calidad de una plantación deberá ser tal que no represente riesgo inmediato de choque
por un eventual despiste de los vehículos que circulan por la carretera.
3.2. Permanencia del gálibo
Cuando se trate de
plantaciones constituidas por árboles en hilera, su posición deberá permitir que se
conserve plenamente el gálibo previsto para la carretera en toda su longitud.
3.3. Orientación al conductor
Una hilera de árboles
situada convenientemente dota a la carretera de una tercera dimensión, que facilita
notablemente el trabajo al conductor. Esta disposición es especialmente aconsejable en
los cambios de rasante sin visibilidad.
3.4. Visibilidad
La forma y dimensiones
de la plantación deben permitir siempre al conductor la mayor visibilidad posible,
especialmente en las intersecciones y en las curvas.
Nunca debe ocultar las
señales de tráfico.
3.5. Soleamiento
En las zonas húmedas o
de frecuentes heladas, el arbolado deberá establecerse cuidando de evitar las umbrías
que impiden el rápido secado o deshielo de la calzada.
3.6. Conservación mecanizada
La tendencia actual de
realizar los trabajos de conservación de arcenes y cunetas con medios mecánicos aconseja
situar las plantaciones en zonas que permitan estas labores.
3.7. Estética del paisaje
La calidad y
disposición de las plantaciones deberá establecerse teniendo muy en cuenta la
ambientación de la carretera en el paisaje que la circunda. En unos casos para valorarlo
convenientemente. En otros para ocultar aquellos aspectos cuya contemplación no resulte
agradable. A este respecto deberá tenerse en cuenta:
3.7.1.
En general, no es
adecuado plantar árboles cuando la carretera atraviesa o está próxima a bosques o
plantaciones de frutales.
3.7.2.
La plantación ha de
permitir la visión del paisaje.
3.7.3.
En las trincheras o en
las medias laderas es aconsejable plantar el mismo tipo de vegetación que existía
inicialmente. Con ello se conseguirá además evitar las erosiones.
3.7.4.
En zonas movidas es
preferible limitar las plantaciones a los tramos planos o de poca pendiente,
interrumpiéndola en los de pendientes fuertes. En el caso de árboles plantados para la
contención de taludes de terraplenes únicamente sobrepasarán la cota de la plataforma
las zonas verdes de la plantación, sin que se perciba la presencia de los troncos.
En el caso de cambios de
rasantes sin visibilidad en tramos a nivel del terreno o a media ladera podrán plantarse
árboles en la zona de terraplén, con objeto de orientar a los conductores.
3.7.5.
La plantación puede ser
simétrica respecto al eje de la carretera cuando su perfil transversal y el del terreno
sean también simétricos.
3.7.6.
Con perfil transversal
asimétrico la plantación puede ser también asimétrica, interrumpiéndola donde se
desee poner en evidencia determinadas vistas.
3.7.7.
En lo posible deben
plantarse masas de arbolado en zonas donde el terreno lo permita y en aquellas que puedan
servir de descanso para los viajeros, especialmente si hay posibilidades de dotarlas de
agua potable. En aquellas zonas en que su belleza radica precisamente en la ausencia de
vegetación deberá cuidarse al máximo su armonización con el paisaje.