INSTRUCCION DE CARRETERAS DE 1939
Artículo 12.- Aplicación al trazado en planta.-

Conocida en el cuadro de peraltes la velocidad máxima con que puede pasarse por una curva, se determina por el cuadro o gráfico anterior la longitud de visibilidad, y con ella, considerada como el desarrollo de un arco cuya radio es el correspondiente a la trayectoria del automóvil, se determina fácilmente la magnitud D y flecha que indican el despeje en la curva, como se ve en la figura donde se ha supuesto que la faja por donde circulan los automóviles en sentido contrario está situada a dos metros de la arista interior del paseo del camino en la curva.

El radio de este círculo r se determina en función del radio R de la curva por la igualdad

r = R - (a + e) + 2;

en la que a es el semiancho del caminó; e, el sobreancho admitido, ya señalado anteriormente.

Unas tablas de elementos de circulo permiten obtener rápidamente el despeje.

En caminos ya construidos, si las posibilidades económicas permiten efectuar estos despejes, se harán en forma de rebajar el terreno hasta 0,70 metros sobre la rasante de la carretera. Si por las dificultades del terreno o la escasez de medios económicos no fuese posible entonces ejecutarlo, será preciso tomar en el cuadro de peraltes y velocidades los peraltes y velocidades correspondientes a una velocidad base inferior a la referente a la categoría del camino que corresponda, poner en la entrada del tramo de que se trate una señal de precaución y limitar la velocidad en las curvas a la que permite la longitud de visibilidad.

Cuando las curva se encuentren en la cumbre de dos rasantes fuertes opuestas, y por esta causa la velocidad de circulación sea inferior a la que admite la curva, el peralte de la curva se ajustará a esta velocidad, colocándose una señal de precaución a fin de indicar si es inferior a la normal que corresponde a la categoría correspondiente al camino.

En las carreteras nacionales y comarcales se colocarán, además de estas señales de precaución y limitaciones de velocidad, clavos que dividan las circulaciones en diverso sentido, y asimismo en las locales, cuando su latitud lo permita.

Las nuevas construcciones de caminos se harán, con la visibilidad necesaria para poder obtener las velocidades máximas en las curvas determinadas por sus peraltes, en relación con las velocidades fijadas por las básicas admitidas para los caminos nacionales, comarcales y locales.

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