1. PRINCIPIOS GENERALES DE LA SEÑALIZACION DE OBRAS
1.1 Función.
Cuando en la plataforma de una vía o en sus proximidades
existan circunstancias relacionadas con la ejecución de obras fijas en dichas zonas y que
puedan representar un peligro para la circulación, interfiriendo su normal desarrollo, la
señalización de obras tiene por objeto:
- Informar al usuario de la presencia de las obras.
- Ordenar la circulación en la zona por ellas afectada.
- Modificar su comportamiento, adaptándolo a la situación no habitual representada por
las obras y sus circunstancias especificas.
Con ello se pretende conseguir una mayor seguridad, tanto
para los usuarios como para los trabajadores de la obra, y limitar el deterioro del nivel
de servicio de la vía afectada.
1.2 Principios básicos.
La señalización de las obras deberá estudiarse por el
Autor del proyecto y/o por el Director de la obra, como un elemento primordial de uno y
otra, que, como tal, debe ser adecuadamente diseñado, presupuestado y exigido, y cuya
definición y ejecución no puede confiarse a personal no especializado sin que éste
reciba instrucciones muy concretas.
No resulta posible establecer recetas de universal
aplicación, sino que cada caso particular tiene una solución propia y distinta, según
las circunstancias en el concurrentes, que en el caso de una obra fija fuera de poblado
pueden resumirse en:
- Tipo de vía: Calzada única de doble sentido de circulación con solo dos carriles, con
carriles adicionales o con cuatro carriles sin mediana ni separador; calzadas separadas
con dos o tres carriles cada una.
- Intensidad y velocidad normal de la circulación antes y a lo largo de la zona que
ocuparan las obras, en ausencia de estas.
- Visibilidad disponible antes y a lo largo de la zona de obras.
- Importancia de la ocupación de la plataforma: Fuera de ella, en el arcén, en la
calzada, sin o con cierre de uno o mas carriles, o cierre total.
- Duración de la ocupación, con especial referencia a la permanencia durante la noche o
a lo largo de un fin de semana.
- Peligrosidad que reviste la presencia de la obra en caso de que un vehículo invada la
zona a ella reservada.
En función de estas circunstancias, y de otras que se
consideren relevantes, deberá establecerse:
- Una ordenación de la circulación, consistente en una o varias de las medidas
siguientes:
- El establecimiento de un itinerario alternativo para la totalidad o parte de la
circulación.
- La limitación de la velocidad, incluso hasta la detención total.
- La prohibición del adelantamiento entre vehículos.
- El cierre de uno o mas carriles a la circulación.
- El establecimiento de carriles y/o desvíos provisionales.
- El establecimiento de un sentido único alternativo.
- Una señalización relacionada con la ordenación adoptada.
- Un balizamiento que destaque la presencia de los limites de la obra, así como la
ordenación adoptada.
La credibilidad de todo el sistema es su cualidad mas
imprescindible, ya que el usuario medio, con sus defectos de destreza o de atención, no
debe verse sorprendido por situaciones no advertidas o de difícil comprensión -cuya
justificación no sea directamente perceptible- , ante las cuales su reacción pueda dar
lugar a un accidente. Por ello, tanto la ordenación como los elementos de señalización
y balizamiento deberán:
- Estar justificados y ser creíbles sin resultar excesivos.
- Seguir la evolución de la obra en el espacio y en el tiempo.
- Anular la señalización permanente contradictoria con ellos.
- Desaparecer tan pronto deje de ser imprescindible su presencia, tanto total como
parcialmente.
Asimismo deberá preverse la vigilancia de la permanencia
de las medidas adoptadas frente a una situación concreta, su adaptación a la evolución
de esta situación -sobre todo en obras complejas- y su supresión cuando desaparezca la
causa que las motivo y la circulación vuelva a ser normal.