(18 de noviembre de 2007)
Se dice en el desinforme del Consejo de Estado:
"... las cosas y las situaciones cambian con el tiempo, y el legislador no puede ignorarlo. De ahí que la vigente Ley de Carreteras haya previsto el fenómeno imparable de la expansión de las grandes ciudades, que absorben núcleos de población vecinos y convierten en suelo urbano sin solución de continuidad lo que antes era puro campo. El artículo 40.2 de dicha Ley prevé la posibilidad de que las carreteras estatales o tramos de ellas adquieran la condición de vías urbanas y entonces -dice- se entregarán a los Ayuntamientos respectivos previo expediente que será resuelto por el Consejo de Ministros o, en su caso, por el titular del Ministerio hoy denominado Fomento, cuando existiese acuerdo entre el órgano cedente y el concesionario; que es lo que ha ocurrido en Madrid con la M-30. Era inicialmente una carretera de circunvalación, se ha convertido de hecho en una vía urbana al quedar absorbida por la ciudad, y esa situación ha sido legalizada mediante la cesión de la vía al Ayuntamiento de Madrid..."
"Resumiendo estas consideraciones, el Consejo de Estado entiende que la M-30, que tenía inicialmente la consideración de carretera, se convirtió de hecho en vía urbana, con las características que señala el artículo 127 del Reglamento General de Carreteras, al quedar dentro del perímetro de la ciudad, y que esa situación ha sido reconocida por el Convenio de cesión celebrado entre el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento de Madrid el 4 de marzo de 2004, en cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 40.2 de la Ley de Carreteras de 1988".
Que unos señores tan, supuestamente, honorables, digan a propósito de la M-30 que "la expansión de las grandes ciudades... convierten en suelo urbano sin solución de continuidad lo que antes era puro campo" o que "se ha convertido de hecho en una vía urbana al quedar absorbida por la ciudad", "al quedar dentro del perímetro de la ciudad", es, con perdón, "acojonante", o mejor dicho y de nuevo, con perdón, "descojonante".
Bastaría ver la siguiente fotografía de la construcción de la M-30 (a la altura de la Plaza de Toros de las Ventas), a principios de los setenta, para ver el "puro campo" en el que nació dicha carretera... (o la zona del enlace de Costa Rica, etc, etc, etc).
Para abundar en lo anterior hemos buscado en un callejero de los años 75-76, la situación de los recién inaugurados primeros tramos de lo que hoy conocemos por M-30 (Avenida del Manzanares y Avenida de la Paz, presione sobre los mismos para ampliarlos). En ellos se puede observar el "puro campo" en el que, según los "listos" del Consejo de Estado, nació la M-30:
En aquellas fechas (1975) todavía no se había inaugurado el tramo de la M-30 situado entre Avenida de America y Manoteras, en la siguiente figura se puede observar el tejido urbano en el que se insertó dicho tramo de la M-30 (puro campo también):
En fin, que la M-30 será una carretera, una calle, una vía urbana, una plaza o lo que a los señores, por llamarles algo, del Consejo de Estado les parezca, pero sea lo que sea, lo es desde su construcción, pues ya nació "absorbida por la ciudad", "dentro del perímetro de la ciudad" y muy alejada del "puro campo"... (sus numerosos enlaces dan fé de ello)