(09 de noviembre de 2007)
"El macizo entre arcadas está constituido por el cuerpo rectangular de la pila propiamente dicha, prolongada por ambos frentes en manguardias (vanguardias) semicilíndricas que se remeten ligeramente con respecto al cuerpo de la pila. Estos cilindros llegan también, con 27 hiladas, hasta el nivel del basamento del pretil, engolándose a partir de la tercera desde arriba, para ensancharse ligeramente y rematar en cornisa anular de grueso baquetón sobre escocia con listel intermedio. La manguardia de aguas arriba se complementa mediante tajamar prismático, en espolón triangular que la ensancha y aguza hasta el nivel de arranque de las bóvedas, desde donde se corona con sombrerete en pirámide triangular formada por dos planos cuya arista frontal, aproximadamente a 45º, quiebra la del espolón y muere apoyándose sobre el cilindro de la manguardia, cilindro donde también mueren los planos del sombrerete en intersección que da sendas curvas alabeadas elevándose airosas hasta su vértice a cinco hiladas y media desde su arranque.
El nivel de coronación de los tajamares, que, como ya hemos dicho, coincide con el de arranque de bóvedas, se marca adelantando la hilada correspondiente, revolviendo el saliente en todo el cuerpo de pilas y manguardias, continuando después por la superficie de los muros curvos. Otra hilada, con retallo en saliente, es la cuarta desde arriba que marca la zona hasta donde desciende la decoración y coincide con el nivel del intrasdós de las claves de arcos, quedando limitada a los semicírculos de las manguardias. También avanza la hilada inferior que delimita el fuste de la pila con sus manguardias, pero en este caso sirve además de primer escalón en el ensanchamiento de la cepa, siguiéndole otros siete".
(Texto transcrito del artículo MADRID Y EL MANZANARES. EL RIO, LA CIUDAD Y SUS PUENTES de CARLOS FERNÁNDEZ CASADO, publicado en el número de Septiembre de 1974 de la Revista de Obras Públicas)