Artículo 75.º Descimbrado, desencofrado y desmoldeo
Los distintos elementos
que constituyen los moldes, el encofrado (costeros, fondos, etc.), los apeos y cimbras, se
retirarán sin producir sacudidas ni choques en la estructura, recomendándose, cuando los
elementos sean de cierta importancia, el empleo de cuñas, cajas de arena, gatos u otros
dispositivos análogos para lograr un descenso uniforme de los apoyos.
Las operaciones
anteriores no se realizarán hasta que el hormigón haya alcanzado la resistencia
necesaria para soportar, con suficiente seguridad y sin deformaciones excesivas, los
esfuerzos a los que va a estar sometido durante y después del desencofrado, desmoldeo o
descimbrado.
Cuando se trate de obras
de importancia y no se posea experiencia de casos análogos, o cuando los perjuicios que
pudieran derivarse de una fisuración prematura fuesen grandes, se realizarán ensayos de
información (véase Articulo 89.º) para estimar la resistencia real
del hormigón y poder fijar convenientemente el momento de desencofrado, desmoldeo o
descimbrado.
Se tendrán también en
cuenta las condiciones ambientales (por ejemplo, heladas) y la necesidad de adoptar
medidas de protección una vez que el encofrado, o los moldes, hayan sido retirados.
Se pondrá especial
atención en retirar oportunamente todo elemento de encofrado o molde que pueda impedir el
libre juego de las juntas de retracción, asiento o dilatación, así como de las
articulaciones, si las hay.
En elementos de
hormigón pretensado es fundamental que el descimbrado se efectúe de conformidad con lo
dispuesto en el programa previsto a tal efecto al redactar el proyecto de la estructura.
Dicho programa deberá estar de acuerdo con el correspondiente al proceso de tesado.
Para facilitar el
desencofrado y, en particular, cuando se empleen moldes, se recomienda pintarlos con
barnices antiadherentes que cumplan las condiciones prescritas en el Artículo
65.º